jueves, 19 de abril de 2012

Acerca de la Naranja Mecánica


PELÍCULA
La naranja mecánica es una de esas películas que no pasará de moda mientras esta sociedad no cambie. En ella podemos ver como Alex, su protagonista, sufre el castigo de una sociedad que solo quiere crear modelos ejemplares de comportamiento, a los cuales seguir. Alex y sus drugos se dedican a atacar a la sociedad ya que su única manera de disfrutar es la ultraviolencia. Tras múltiples fechorías Alex es traicionado por sus drugos y detenido por la policía. Una vez en la cárcel es víctima del proyecto Ludovico que pretende lavar la mente de los criminales y convertirlos en personas reformadas. Este es el momento más crítico de la película donde se crea la metáfora de que la sociedad nos manipula. Cuando la vi por primera vez me sentí totalmente identificado con Alex, no porque vaya matando gente, sino porque pensé, y es cierto, que en cuanto te sales un poco de los carriles, ya marcados, por la sociedad, esta te intenta destruir.
Así que desde lo más profundo de mi ser la recomiendo, no solo por ser una obra maestra del cine sino porque es primero un buen ejercicio de reflexión verla y segundo es una muy buena crítica a la moral. No dudo de que si Nietzsche hubiese visto la película le habría encantado. Una vez más alguien se dio cuenta de que no todo lo distinto es malo.
LIBRO
En el libro "La naranja mecánica" de Anthony Burgess se añade un final distinto al de la película, en el que nuestro querido drugo Alex se reforma, reflexiona y por ello, quiere casarse y tener hijos. Don Anthony Burgess me defraudó en ese momento, me estaba gustando el libro, tenía su morbo y muchos más detalles que la película. Pero ese final, es horrible además de Hipócrita.
Anthony Burgess pretendía advertirnos con La Naranja Mecánica de que en el mundo en que vivimos, la sociedad siempre intentará manipularnos. Como vemos, en la película, con el proyecto Ludovico que pretende convertir a Alex en un hombre nuevo.
Digo lo de hipócrita porque con ese final tan "bonito", otra vez, la sociedad nos vuelve a lavar la conciencia diciéndonos que casarse y tener hijos es lo mejor. Anthony, te pasaste de listo criticando la moral, al final también te ha engullido a ti.

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